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Denuncian abandono y corrupción en el sistema penitenciario mexicano

Denuncian abandono y corrupción en el sistema penitenciario mexicano

El periodista especializado en seguridad y justicia, Andrés Estrada, afirmó que el sistema penitenciario mexicano se encuentra en un estado de abandono total, marcado por la corrupción, la violencia y la ausencia de derechos humanos.

En el marco de la presentación de su libro La verdad de los custodios, la voracidad del sistema penitenciario, Estrada explicó que su investigación se centra en una de las figuras más invisibilizadas del sistema carcelario: los custodios penitenciarios, a quienes definió como víctimas y, en ocasiones, victimarios de una estructura profundamente corrompida.

El autor señaló que las cárceles mexicanas operan como microciudades autogobernadas, donde el crimen organizado impone las reglas en colusión con autoridades penitenciarias. Indicó que quienes cuentan con recursos económicos acceden a privilegios como celdas múltiples, teléfonos celulares y protección, mientras que los custodios quedan reducidos a simples operadores de órdenes superiores.

Estrada relató que muchos custodios carecen de condiciones mínimas para desempeñar su labor: no reciben uniformes adecuados, equipos antimotines ni radios funcionales, y en numerosos casos deben costear de su propio bolsillo insumos básicos. Aquellos que se resisten a participar en actos de corrupción son hostigados, castigados con traslados forzados o relegados a turnos extremos, hasta ser empujados a renunciar.

El periodista sostuvo que la corrupción es el principal cáncer del sistema penitenciario y advirtió que las cárceles funcionan como una “caja chica” para autoridades, mediante extorsiones y delitos que se cometen tanto al interior como desde los propios penales. En ese contexto, afirmó que la reinserción social es prácticamente inexistente y que las prisiones se han convertido en verdaderas escuelas del crimen.

Tras más de tres años de investigación, Estrada recopiló cerca de una treintena de testimonios de custodios, excustodios y personas privadas de la libertad. Entre los casos más impactantes, destacó el de un custodio encarcelado injustamente tras una fuga atribuida al crimen organizado y otro que fue entregado por sus superiores a un cártel para facilitar el control de un penal.

Finalmente, el autor subrayó la opacidad oficial en torno al sistema penitenciario, al señalar que ni siquiera existe una cifra pública precisa sobre cuántos custodios hay en el país, información que las autoridades reservan bajo el argumento de seguridad nacional. Concluyó que su libro busca visibilizar una realidad que suele permanecer oculta y cuestionar un sistema que ha normalizado la violación de derechos humanos.

GR