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Perder sin presentarse al partido

Presentar una defensa o un recurso de manera extemporánea en un juicio es, aprovechando la época premundialista, como llegar al partido cuando ya se terminó, perder por de faul. No es jugar mal o llevar una mala defensa. No. Es simplemente dejarse ganar.

Algo así es lo que ocurrió en el caso de la desarrolladora inmobiliaria Casas Javer, que quiere construir 17 mil viviendas en una zona de alto conflicto por la falta de servicios básicos y la pésima movilidad, junto al fraccionamiento Valle de los Molinos. Los responsables jurídicos del Ayuntamiento de Zapopan no presentaron a tiempo las objeciones a los peritajes que concluyeron que el fraccionamiento sí es factible, sin contar que cuando se dictó sentencia por el magistrado Alberto Barba Gómez, presentaron de manera extemporánea el recurso de apelación.

Es decir, que en primera instancia el magistrado Barba no tuvo que decidir quién presentaba mejores argumentos y en segunda instancia los magistrados que integran la Sala Superior ya ni siquiera entraron al fondo del asunto. Podemos concluir que el municipio se presentó cuando ya el partido había terminado, así que lo único que podía obtener era una derrota.

Desde hace muchos años, el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), antes Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE). ha estado metido en líos por sus resoluciones. Recordemos sus autorizaciones para que se dieran permisos para gasolineras, moteles o los llamados giros negros con venta de alcohol en zonas habitacionales. Desde la llegada de Movimiento Ciudadano a los espacios de poder, los cuestionamientos han sido por sus sentencias que favorecen la voracidad inmobiliaria con la construcción de edificios, incluso en zonas donde no estaría permitido según los planes de desarrollo.

Antes, era complicado conocer por qué resolvían a favor de esos negocios polémicos, pues no existía la transparencia. Ahora que publican sus sentencias, una vez que se tiene el número de expediente y la sala en la que se encuentra, es muy fácil conocer en qué basaron sus resoluciones. Fue así que nos encontramos con la sorpresa de Valle de los Molinos y la derrota del ayuntamiento por no presentarse al partido.

¿Qué llevó a Zapopan a no defender este caso? La respuesta tendría que darla el responsable jurídico del ayuntamiento, en ese entonces Manuel Rodrigo Escoto Leal. El funcionario es ahora parte del equipo de la Consejería Jurídica del gobernador Pablo Lemus Navarro; es decir, quienes llevan el trabajo jurídico del mandatario. También habría que preguntar por qué no incluyó en su currículum público su paso por la desarrolladora inmobiliaria Tierra y Armonía, metida también en algunos temas polémicos, como cuando fue favorecida con el regalo del predio para el complejo habitacional en pleno Centro de Zapopan, cuando Escoto ya laboraba en el gobierno municipal.

Hace algunos años, después de entrevistar a un magistrado del TJA por una sentencia que le era cuestionada por autoridades, me contó que a lo largo de su labor había recibido a decenas de políticos en su oficina y nunca habían ido a reclamarle sus sentencias. Siempre lo habían visitado para pedirle un favor sobre sus resoluciones.

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