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Cuando el Congreso hace política (y no TikToks)

Ayer alguien me preguntó qué está pasando en el Congreso de Jalisco con la reforma al Poder Judicial. Respondí: lo que debió ocurrir hace mucho tiempo, por fin, diputadas y diputados están haciendo política, en lugar de dedicar su energía a grabar TikToks y reels de Instagram, que en muchas ocasiones no tienen que ver con su labor legislativa.

El Poder Legislativo debe ser espacio de deliberación entre las distintas fuerzas políticas que representan a la sociedad. Es su razón de ser. Formar alianzas coyunturales también es parte de ese ejercicio. Y esos bloques no tienen que ser reflejo de lo federal. Eso no debería espantar a nadie.

Ya sin los experimentados perfiles políticos que distinguieron legislaturas pasadas, el Congreso de Jalisco atravesaba una especie de letargo. Los pendientes se acumularon: el 15 de octubre vence el plazo para ratificar magistrados y siguen sin resolverse leyes clave como las de desaparición y cuidados o las reformas secundarias de transparencia. Recordemos que organismos como el Tribunal de Arbitraje y Escalafón, IEPC y el propio Congreso deberán asumir funciones que correspondían al Itei, pero a estas alturas no hay reglas para ello y por ende aún no están preparados.

Respecto a la demora en el tema judicial, hay quienes deslizan la suspicacia de que la estrategia consistía en dejar correr el plazo perentorio para la ratificación de magistrados y así conservar, por tiempo indefinido, la actual integración del Supremo Tribunal de Justicia.

A estas alturas sería ingenuo pensar que la revuelta obedece a una genuina preocupación por la justicia en Jalisco. Más bien pareciera que el reparto de posiciones es lo que les preocupa. Recordemos que diversos grupos políticos han intervenido durante años en el Poder Judicial, mientras la entidad figura entre las peor evaluadas del país, según organismos como World Justice Project y México Evalúa. Resolver eso, ante un marco legal federal adverso, es lo más importante ahora.

Por lo pronto el dictamen opositor quedó neutralizado tras la renuncia de Brenda Carrera a Morena y su adhesión al Verde, partido que en Jalisco suele votar con Movimiento Ciudadano (MC). A la oposición ya no le alcanzan los votos y la iniciativa del gobernador Pablo Lemus sería la que obtenga aprobación.

A corto plazo y con la discusión del presupuesto 2026 a la vuelta de la esquina, hay varias preguntas sobre el Congreso local y su posible reconfiguración interna: ¿dos morenistas estarían por sumarse a otra bancada? ¿Podrá MC reconciliarse con su otrora aliado, el PAN, luego de los ríspidos desencuentros? ¿Qué rol jugará el PRI, con dos integrantes que, según trascendidos, no están conformes con la coordinación?

Los operadores políticos de MC tendrán que hacer gala de sus mejores oficios cuando se presenten temas que requieran mayoría calificada. El panorama no será sencillo comparado con el primer año, cuando todo era miel sobre hojuelas.

Se tendrá que continuar con lo que por fin volvió a ocurrir: hacer política. Ojalá sea de la buena.

 

* Investigador de la UdeG

X: @julio_rios

jl/I