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Kylie Minogue en GDL: un regreso esperado y una noche de euforia pop

Foto: Miguel Ángel Vidal

Kylie Minogue terminó con la espera de 14 años y regresó para encontrarse con su público tapatío. Este domingo, la estrella australiana convirtió el Auditorio Telmex en una auténtica fiesta con su “Tension Tour 2025, un espectáculo cargado de luces, sensualidad, energía y una producción que dejó sin aliento a más de 7 mil 500 asistentes, de acuerdo con las cifras de Ocesa.

El concierto, previsto a las 20:00 horas, arrancó media hora más tarde debido a la lluvia, pero la espera valió la pena: a las 20:30, entre destellos de luces, apareció la cantante con un traje naranja brillante y el grito “¡Guadalajara!”, desatando la euforia: “Guadalajara, ¿cómo están? ¡Qué hermoso lugar, estamos muy cerca y es genial. Bienvenidos al Tension Tour 2025, dijo en español. De inmediato sonaron temas como “Lights camera action”, “In your eyes" y “Get ou of my way”, que hicieron levantar a todos de sus asientos.

El show se dividió en bloques temáticos que incluyeron cambios de vestuario icónicos, desde el rojo intenso hasta un vestido negro vaporoso, pasando por piezas sensuales que resaltaron sus 57 años de energía y vitalidad.

Acompañada por seis bailarines y un despliegue visual que incluyó láseres y hasta una bola disco descendiendo del techo, Minogue navegó entre clásicos y nuevas producciones como “Good as gone”, “Dancing”, “Lovers”, “Slow”, “Timebomb” y un medley festivo con “Supernova”, “Real Groove” y “Magic”.

La interacción con el público fue constante. Kylie se mostró cercana, agradecida y dedicó cumplidos a sus fans y hasta regaló flores. Uno de los momentos más emotivos ocurrió cuando un joven le obsequió unos lentes neón naranja; la cantante le cantó de frente, provocándole tal emoción que lo dejó en lágrimas. El ambiente se encendió aún más cuando el público comenzó a corear “Kylie, hermana, ya eres mexicana”, frase que la artista pidió traducir y que celebró saltando emocionada.

El cierre no pudo ser más apoteósico: el auditorio se rindió al ritmo de “Can’t Get You Out of My Head”, himno que consolidó a la artista australiana como referente global del pop, así como El final llegó de la mano de temas como "Padam Padam", "In My Arms" y "Love at First Sight". Con más de dos horas de música, luces y baile, la velada confirmó que Kylie no solo conserva su voz y magnetismo, sino que sigue siendo la reina indiscutible del electropop.

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