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Crisis Humanitaria; los desaparecidos en México

Todos vamos en la Global Sumud Flotilla

El silencio no es opción

 

Con 133 mil mujeres y hombres desaparecidos en todo el país, Jalisco en primer lugar con aproximadamente 20 mil casos, el pasado sábado 30 de agosto, en el Día Internacional de la Desaparición Forzada, con toda razón, las madres buscadoras de México definieron como crisis humanitaria la situación que ha alcanzado el país. Esta es una historia larga que según su versión inició en 1953 con el primer desaparecido y que, hasta la fecha, antes que disminuir, no para de incrementarse. Por ello todo indica que no hay en el mundo otro país con tantos desaparecidos.

¿Por qué sucede esto? Porque hasta la fecha ningún gobierno ha atendido con mínima convicción esta situación. Porque por más que se diga que se hace, permanece la indiferencia, el deprecio, la falta de acciones efectivas, la omisión, la permisividad, la impunidad. La lentitud, pues nunca reacciona a las 24 horas. Las fosas clandestinas, los centros de exterminio y adiestramiento de sicarios siguen apareciendo al por mayor y hay alrededor de 72 mil cuerpos sin identificar.

¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos! Fue el grito, la consigna que ha salido de las gargantas de las madres durante sus manifestaciones en las calles y plazas de México, de norte a sur, desde la década de los setenta del siglo pasado, durante los tiempos de la Guerra Sucia. Hoy, en el siglo 21 aquella vieja consigna se mantiene y se ha incorporado esta otra: ¿Por qué los buscamos? ¡Porque los amamos!

De 1953 a la fecha esta lucha de las madres buscadoras ha sido incansable a pesar de la indiferencia gubernamental. Justo por ello, por el inmenso amor que se tiene por los desaparecidos, las madres han terminado por hacer lo que se supone debería hacer el gobierno: buscar a los desaparecidos. Pero, por más que les imploran, que les exigen, el gobierno se mantiene inmutable, insensible.

Las madres buscadoras, por su parte, al contrario, el desprecio las activa más al grado que, cargando con sus miedos y por la vía de la acción directa, han destituido al Estado en su función fundamental de resguardar la integridad de las personas. Para ello han integrado una buena cantidad de colectivos y con sus propias manos y reducida capacidad tecnológica buscan en cualquier paraje, en cualquier construcción, en todos aquellos sitios donde la sociedad, de manera anónima le da señales de alerta. Hasta el momento con su hacer han demostrado mayor eficacia que el Estado con toda su tecnología y poder.

Por esta situación que parece imparable y que el gobierno demuestra con hechos que está interesado en confrontarlo debidamente, la brecha con la sociedad se ensancha con mayor proporción. Y no me refiero como usualmente se hace a cuestiones electorales. No, la separación y la diferencia es mucho más profunda que ello y eventualmente se podría manifestar de otras formas políticas.

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jl/I